Ya se está haciendo costumbre ir a ver al Potro Solitario en sus pastos, donde ha marcado bién su terreno, ya que sólo en el debut frente a Colo Colo a perdido y enredó otros puntos frente al anti-fútbol de Deportes Concepción. En los otros partidos ha sabido sólo de triunfos. El Potro no “ronca” en casa sino que “relincha” y su fiel hinchada se ha mantenido atenta a su galopar.
La tarde melipillana comenzó muy temprano en el Roberto Bravo Santibañez, porque la Escuela de Fútbol a cargo del “inmortal” Luis Cueto, cubrió toda la cancha con su prequeños “potrillitos”, como vaticinando que El Potro haría lo mismo en el pleito estelar.
Dentro del semillero destacó la presencia de una pequeña damita que con el “13” en su espalda dejó mal parado a más de uno de sus compañeros-rivales. Aparentemente el fútbol femenino no ha despertado interés en los melipillanos, por lo menos es lo que se vió ayer.
Muy buena la salida que ofrecieron los barrista de Deportes Melipilla. Y se notó que todo estaba preparado, porque hubieron extintores a lo largo de toda la "popular" y el papel picado y tronadores se distribuyeron en todo el estadio. Está claro que cuando los “piños” se organizan sin egoísmos se tienen estos resultados.
El ingreso de los rancagüinos contrastaba con el de los locales, porque a pesar de haber llegado cerca de 400 hinchas, éstos recibieron muy tibiamente a sus jugadores. Ni hablar el del caso de Miguel Aceval, que ni se acercó a su hinchada, ya que aún se veía una pancarta alusiva al “ex–colocolino”.
Durante el primer tiempo Aceval se proyectó varias veces por el costado izquierdo, en el sector de las populares, mayoritarimente melipillano. En el segundo tiempo, con el cambio de lado no se atrevió a cruzar la mitad de la cancha, excepto en el caso en que sirvió un tiro libre. Según contaban algunos “hasta lloró en el camarín”.
No hay caso con el árbitro Claudio Fuenzalida, porque no le cree ni una a Pericás, tal como ocurrió en el empate con Deportes Concepción. Incluso cuando marcó una falta que era dentro del área, la "sacó" del área para no sancionar el penal.
Excelente cometido tuvo José Luis Cabión, flamante seleccionado nacional, porque hacía donde iba la pelota estaba él. Y Luis Musrri fue generoso porque apenas tuvo un inconveniente físico los sacó de la cancha, porque “hay que cuidarlo”. O quizas se proyecta en él, al verlo en la contención de la “roja de todos”
El estadio estaba cercano al 90% de su capacidad, es decir más de 5.500 asistentes lo que difiere mucho de los 3.834 informados. Aunque muchos digan que “siempre pasa lo mismo” nuestra actitud tambien será de “siempre darlo a conocer”.
Obviamente Carabineros no aplica un procedimiento respecto de los elementos que pueden ingresar los barristas, porque resultaba ridículo ver como en el acceso rompían las banderas con El Potro estampado al sacarles los tubos de papel usados como mastiles, mientras en la “vereda de enfrente” los celeste ingresaban su banderas sostenidas en tubos de PVC.
Fuera de Melipilla los barrista del Potro siempre han sido diezmados por Carabineros-hinchas, quitándoles incluso el papel picado y sobre los locales no hacen ningún control. Sin un procedimiento claro algunos funcionarios siguen su “criterio”, tal como lo hizo una efectivo (mujer) que ante los reclamos de los hinchas locales les dijo “y si siguen hueviando, los vamos a huevear más”, a esa “paquita” le falta un Armonyl.
Y para finalizar, la "guinda de la torta" de los uniformados, se produjo una vez terminado el partido, cuando muchos hinchas se quedan para saludar a los jugadores, pero esta vez los hicieron desalojar a todos dejando a muchos niños esperanzados de un autógrafo o una fotografía con sus “idolos”. Está claro que con los problemas acaecidos en Arauco “los verdes” están más sensibles.
La tarde melipillana comenzó muy temprano en el Roberto Bravo Santibañez, porque la Escuela de Fútbol a cargo del “inmortal” Luis Cueto, cubrió toda la cancha con su prequeños “potrillitos”, como vaticinando que El Potro haría lo mismo en el pleito estelar.
Dentro del semillero destacó la presencia de una pequeña damita que con el “13” en su espalda dejó mal parado a más de uno de sus compañeros-rivales. Aparentemente el fútbol femenino no ha despertado interés en los melipillanos, por lo menos es lo que se vió ayer.
Muy buena la salida que ofrecieron los barrista de Deportes Melipilla. Y se notó que todo estaba preparado, porque hubieron extintores a lo largo de toda la "popular" y el papel picado y tronadores se distribuyeron en todo el estadio. Está claro que cuando los “piños” se organizan sin egoísmos se tienen estos resultados.
El ingreso de los rancagüinos contrastaba con el de los locales, porque a pesar de haber llegado cerca de 400 hinchas, éstos recibieron muy tibiamente a sus jugadores. Ni hablar el del caso de Miguel Aceval, que ni se acercó a su hinchada, ya que aún se veía una pancarta alusiva al “ex–colocolino”.
Durante el primer tiempo Aceval se proyectó varias veces por el costado izquierdo, en el sector de las populares, mayoritarimente melipillano. En el segundo tiempo, con el cambio de lado no se atrevió a cruzar la mitad de la cancha, excepto en el caso en que sirvió un tiro libre. Según contaban algunos “hasta lloró en el camarín”.
No hay caso con el árbitro Claudio Fuenzalida, porque no le cree ni una a Pericás, tal como ocurrió en el empate con Deportes Concepción. Incluso cuando marcó una falta que era dentro del área, la "sacó" del área para no sancionar el penal.
Excelente cometido tuvo José Luis Cabión, flamante seleccionado nacional, porque hacía donde iba la pelota estaba él. Y Luis Musrri fue generoso porque apenas tuvo un inconveniente físico los sacó de la cancha, porque “hay que cuidarlo”. O quizas se proyecta en él, al verlo en la contención de la “roja de todos”
El estadio estaba cercano al 90% de su capacidad, es decir más de 5.500 asistentes lo que difiere mucho de los 3.834 informados. Aunque muchos digan que “siempre pasa lo mismo” nuestra actitud tambien será de “siempre darlo a conocer”.
Obviamente Carabineros no aplica un procedimiento respecto de los elementos que pueden ingresar los barristas, porque resultaba ridículo ver como en el acceso rompían las banderas con El Potro estampado al sacarles los tubos de papel usados como mastiles, mientras en la “vereda de enfrente” los celeste ingresaban su banderas sostenidas en tubos de PVC.
Fuera de Melipilla los barrista del Potro siempre han sido diezmados por Carabineros-hinchas, quitándoles incluso el papel picado y sobre los locales no hacen ningún control. Sin un procedimiento claro algunos funcionarios siguen su “criterio”, tal como lo hizo una efectivo (mujer) que ante los reclamos de los hinchas locales les dijo “y si siguen hueviando, los vamos a huevear más”, a esa “paquita” le falta un Armonyl.
Y para finalizar, la "guinda de la torta" de los uniformados, se produjo una vez terminado el partido, cuando muchos hinchas se quedan para saludar a los jugadores, pero esta vez los hicieron desalojar a todos dejando a muchos niños esperanzados de un autógrafo o una fotografía con sus “idolos”. Está claro que con los problemas acaecidos en Arauco “los verdes” están más sensibles.
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Normalmente en Melipilla los partidos se desarrollan con tranquilidad. Pero a veces los que velan por la seguridad se “pasan de revoluciones”. Basta recordar el numerito de Fuerzas Especiales en la Plaza de Armas, cuando los melipillanos intentaban celebrar el Ascenso a Primera luego de ganarle a Lota Schwager el 2006. Es una lata referirse a estos temas pero, alguien tiene que darlos a conocer.
Los Meliadictos ya se encontraban preparando el viaje a Coquimbo para el partido del próximo sábado a las 20:00 horas, en el Sánchez Rumoroso. Los contactos para la reserva de pasajes son los mismos de siempre, con Oscar 9493.18.61 (celular ) o Mario Andrés 831.50.61 (fijo) o al 9436.96.74 (celular).
Siguiendo el galope del Potro
Juan Carlos
Los Meliadictos ya se encontraban preparando el viaje a Coquimbo para el partido del próximo sábado a las 20:00 horas, en el Sánchez Rumoroso. Los contactos para la reserva de pasajes son los mismos de siempre, con Oscar 9493.18.61 (celular ) o Mario Andrés 831.50.61 (fijo) o al 9436.96.74 (celular).
Siguiendo el galope del Potro
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